Blog # 0.05 Patrones en los números pares con Calculadora

Blog # 0.05 Patrones en los números pares con Calculadora

Recientemente publiqué un video en el cual comparto algunas estrategias para buscar patrones en los números pares con la ayuda de una calculadora. Como mencioné en el blog anterior, considero de suma importancia que antes de realizar este tipo de ejercicios se tenga bien claro en concepto, el cual como la metodología utilizada en los países más avanzados en educación ha demostrado, se asimila de manera más efectiva por medio del uso de los lenguajes de la matemática, siguiendo la línea: Manipulativo (Concreto) → Gráfico (Pictórico) → Simbólico (Abstracto).

Dicho esto, hay que traer a discusión un antiguo debate en cuanto al uso de la tecnología en las aulas. Este ha sido y continúa siendo uno de los debates más acalorados en el sistema educativo. Algunos de los principales argumentos en contra han sido los siguientes:

  • El uso de la calculadora vuelve perezosos a los estudiantes, ya que al tener una calculadora ellos ya no se esforzarán en realizar los cálculos en sus mentes.
  • Los estudiantes se van a acostumbrar a lo fácil y serán siempre dependientes de la tecnología para realizar las operaciones.
  • No siempre van a tener una calculadora a la mano para realizar una operación, y cuando no la tengan, no sabrán resolver.
  • No se aprenden las tablas de multiplicar ya que usan la calculadora para multiplicar, así que va en contra de la habilidad para memorizar de los estudiantes.
  • Les enseña a hacer trampa.
  • La gente ‘de antes’ no necesitábamos de esas cosas para realizar las operaciones y salíamos mejor preparados.
  • La matemática (y los estudios en general) deben ser sufridos para que sean efectivos. Tiene mucho mérito pasarse muchos minutos con un papel y un lápiz, resolviendo una larga operación, ya que la educación con sudor y lágrimas es la más permanente.

Al contemplar esta larga lista de argumentos puede parecer bastante convincente el enfoque de metodología tradicional, especialmente para aquellos que fueron educados en este marco, ya que los esquemas de pensamiento tienden a replicarse de manera consciente e inconsciente. Principalmente bajo el argumento de que si funcionó para mí, debe funcionar para los demás. O bajo la nostálgica idea de que los tiempos anteriores fueron mejores que los actuales. 

Tengo que reconocer que algunas cosas ciertamente podrían ser mejores antes, como que el planeta estaba menos contaminado, se respiraba aire más puro o quizá se comían alimentos naturales más sanos, etc. También considero que con cada innovación tecnológica se gana algo y se pierde algo. Comparemos por ejemplo viajar en carruaje tirado por caballos versus viajar en automóvil. Cuando salieron los primeros automóviles muy probablemente muchos temieron y se preocuparon por dicho cambio, en parte con  justa razón, ya que cada día mueren muchas personas alrededor del mundo por accidentes automotrices, en una proporción mucho mayor a quienes morían en accidentes de carruaje tirado por caballos. Viendo las estadísticas, muchos de estos accidentes automovilísticos tienen que ver con errores humanos y una pobre toma de decisiones como no revisar y mantener bien los autos, manejar en estado de ebriedad, manejar bajo los efectos de medicamentos, ir utilizando el celular mientras se conduce, manejar desvelados, no seguir las señales de tránsito, manejar a exceso de velocidad, etc. es decir, que no es en sí la tecnología la que está mal, sino que se está haciendo un uso inapropiado de ella. Por otra parte, si se nos diera la opción, cuántos de nosotros preferiríamos viajar 100 kilómetros en carruaje, versus en automóvil con aire acondicionado y llegar a destino en mucho menos tiempo. Desde luego que un viaje ocasional en carruaje puede ser una aventura interesante, principalmente para quien nunca o rara vez ha usado este medio de transporte, pero fuera de ser interesante, qué tan práctico sería en el día a día. 

Estoy consciente que ningún argumento convencerá a todos, y creo que es bueno, ya que es también interesante siempre tener diversidad de puntos de vista, pero aterrizando un poco más en el uso de la tecnología me parecería interesante encuestar a una muestra de contadores y auditores, y preguntarles si preferirían llevar las cuentas de una empresa como se hacía antaño con papel y lápiz, o si prefieren hacerlo en computadora con la tecnología actual. Sinceramente me sorprendería si siquiera un 10% de ellos quisiera hacerlo como se hacía antaño, ya que no tendría una utilidad práctica. También me parece que hay siempre un porcentaje de personas a quienes les gustan las cosas de manera más complicada o difícil y que pueden disfrutar una buena sesión de operaciones matemáticas, pero mi experiencia me ha demostrado que es un porcentaje no significativo de la población quien disfruta de este tipo de actividades por placer.

Ahora bien, me parece que ninguna tecnología, es buena o mala en sí misma, sino que es el uso que damos de ella lo que trae beneficio o perjuicio. ¿El internet es bueno o malo? Pues creo que todos concordaremos que depende el uso que demos de él. ¿Las redes sociales son buenas o malas? pues a muchas personas parece afectarles negativamente, mientras que otras las aprovechan de buena manera. En el caso particular de la calculadora, desde su invento, incluso del ábaco como precursor de las calculadora moderna, la humanidad ha podido sacarle mucho provecho a este tipo de tecnología, particularmente en lo que a ahorrar tiempo, y esfuerzo se requiere, así como a mejorar la exactitud de las operaciones. Hoy en día en la mayoría de países, los teléfonos ‘inteligentes’ son casi omnipresentes, y las personas desde edades cada vez más tempranas lo llevan consigo a todas partes. Como bien sabemos, hasta el más sencillo de estos aparatos cuenta con una calculadora instalada de fábrica, y se han desarrollado una serie de aplicaciones que realizan toda clase de cálculos matemáticos de casi cualquier grado de dificultad. Incluso las hay que funcionan con solo tomar una fotografía de la operación que se quiere resolver y hasta te explican los pasos para resolverla, de manera que también son didácticas (photomath).

Sin embargo, y esto es tema de discusión para otro blog, la mayoría de instituciones educativas son un poco renuentes a dejar que los estudiantes anden por allí con un celular conectado a internet dentro de los salones de clases, y con muy comprensibles razones posiblemente, por lo que la calculadora aritmética se puede convertir en una herramienta que bien utilizada puede ser muy poderosa para desarrollar precisamente aquellas habilidades, de las que se le ha acusado que tiende a afectar. ¿A qué me refiero con esto? Que la calculadora aritmética, bien utilizada puede servir para desarrollar y entrenar habilidades de cálculo mental y razonamiento lógico en incluso ayudar a explorar conceptos por medio del análisis de patrones, elaboración de tablas, e incluso por medio del juego dirigido.

Es en este sentido que los docentes (y los padres de familia que gustan de involucrarse activamente en el aprendizaje de sus hijos) pueden ayudar al niño guiando el proceso y no satanizando la calculadora, sino sabiendo aprovechar la ventaja de esta herramienta de poder realizar operaciones en una fracción de segundo y de manera exacta, que a un ser humano normalmente le toma más tiempo e involucra un margen de error el poder realizar. Claro, si la operación es muy sencilla (y esto es algo relativo), el cerebro humano es mucho más eficaz y si está bien entrenado puede vencer con facilidad a cualquier calculadora, sencillamente porque también involucra cierto tiempo introducir los datos en la calculadora para que esta arroje la respuesta. Por ejemplo, si alguien quiere saber cuánto es 2+2 usando una calculadora, casi con toda certeza le llevará más tiempo introducir estos datos y presionar la tecla de =, que a alguien que sepa que 2+2 son 4 porque esto ya está en la ‘base de datos’ de su cerebro (lo mismo pasa si la persona sabe las tablas de multiplicar ‘en la punta de la lengua’), y sus neuronas son sencillamente más rápidas que el procesador de la calculadora, especialmente considerando que los datos ingresan por medio de la vista o el oído, y esto es más rápido que la velocidad del movimiento de la mano y los dedos para ingresar los datos en la calculadora. 

¿Pero qué tal calcular la raíz cuadrada de 834717? Pocos seres humanos tienen la capacidad (y la necesidad, debo decir) de procesar esta operación con cálculo mental, y mucho menos hacerlo más rápido que una calculadora. Aunque pensándolo bien, considero que la capacidad mental sí se tiene… después de todo tenemos alrededor de 86 mil millones de neuronas, cada una de ellas interconectada con muchas otras, creando una cantidad astronómica de conexiones (llamadas sinapsis), las cuales procesan la información en una velocidad cercana a la de la luz. Así que no es tanto una limitación de ‘capacidad’, como de desarrollar la habilidad y la práctica necesaria para hacerlo. Algunas personas ‘normales’ lo han demostrado aprendiendo y practicando técnicas, lo cual evidencia que es posible, siempre y cuando se tenga la motivación y la persistencia para desarrollar esta competencia.

Entre tener la capacidad de sumar 2+2 y resolver la raíz cuadrada de números en el orden de millones, existe una gran brecha de operaciones. Además está el tema de si en el contexto de la vida cotidiana se necesita resolver tal o cual tipo de operaciones. ¿Cuándo fue la última vez que tuviste que calcular una raíz cuadrada en una situación de contexto? Suponiendo que dicha situación haya tenido lugar, ¿Sacaste una hojita de papel y un lápiz para poder calcular dicha raíz cuadrada de manera exacta? De ser así me sorprendería mucho y me encantaría que nos lo compartieras en los comentarios. Mi experiencia no me ha mostrado nunca un caso así, y estoy casi seguro que si cualquiera de nosotros (y de verdad lo dudo), necesitara calcular una raíz cuadrada en una situación de contexto, seguro lo haría o con una calculadora o con un celular. Sinceramente me cuesta imaginar a una persona regular sacar un trozo de papel y un lápiz y ponerse a realizar este tipo de cálculo a mano. 

Creo que debo reconocer también, que la matemática no siempre debe tener una aplicación práctica para ser bella o interesante, y seguro que algunos investigadores matemáticos siguen explorando nuevos conceptos e ideas abstractas para las cuáles es difícil de momento encontrar una aplicación práctica, sin embargo, hay que considerar que estos son individuos a quienes les gusta y verdaderamente disfrutan este tipo de exploración, lo cual es de algún modo admirable, pero que en mi opinión no justifica el hecho de millones de niños sean ‘torturados’ día con día con este tipo de operaciones en mayor parte ‘inútiles’. No digo que la raíz cuadrada o cualquier otro concepto matemático sea inútil, sino el hecho de tener que calcularla a mano. Ese es el punto que propongo a discusión. Como amante de las matemáticas considero que es importante comprender el concepto de raíz cuadrada y muchos otros conceptos geométricos los cuales quizá conviene que sean de dominio público. Te invito a que leas la interesante entrevista realizada a la doctora en matemática Clara Grima, quien recientemente entrevistada por la BBC declaró “Soy doctora en matemáticas y no sé dividir con tres cifras ni sé calcular a mano una raíz cuadrada” https://www.bbc.com/mundo/noticias-51221504

Pero también creo que puede ser contraproducente forzar este tipo de operaciones en los niños bajo la premisa de que ‘es bueno que lo sepan calcular a mano para que vean de dónde sale’. En muchos niños lamentablemente provoca un rechazo por la materia en general, al punto que muchos niños y adultos se ‘jactan’ de ser malos o ‘pésimos’ en matemática. Estoy convencido que nadie con una inteligencia ‘normal’ es malo o pésimo en matemática (o en cualquier otra materia), sino que es un problema de la metodología, y de la influencia negativa que algunos educadores y/o padres de familia tienen sobre la actitud que el niño pueda tener hacia esta maravillosa disciplina.

Mi propuesta es utilizar cualquier herramienta o tecnología que se tenga a disposición de una manera sabia y que apoye el desarrollo de competencias por una parte y la motivación por otra parte, que facilite la comprensión de conceptos y que potencie las capacidades individuales y colectivas. La humanidad como conjunto no podría haber alcanzado el nivel de avance actual en las diversas ciencias como la medicina, la ingeniería genética, la exploración espacial o cualquier otra área del conocimiento humano si no hubiera por una parte seres humanos bien motivados a explorar y a generar nuevo conocimiento, pero también si no dispusieran de tecnologías que faciliten y posibiliten los alcances de sus innovaciones. 

En este primer vídeo con este tema, exploramos algunos patrones en los números pares apoyándonos y agilizando el proceso con la calculadora aritmética, la cual tiene la característica del factor constante, el cual permite introducir solamente una operación, y solamente por medio de presionar la tecla =, la calculadora lo interpreta como una repetición de dicha operación. Por ejemplo, si ponemos 2+2 y luego =, la calculadora muestra un 4, pero si quiero volver a sumar dos, ya no tengo que teclear +2 y la tecla =, sino que únicamente debo presionar la tecla = y la calculadora mostrará un 6 en pantalla, y si sigo presionando ========, la calculadora seguirá procesando este patrón: 8, 10, 12, 14, 16, etc. Esto desde luego economiza tiempo, y permite que nuestra mente se enfoque en otras cosas en vez de estar haciendo la tarea repetitiva. Desde luego este factor constante se puede usar para cualquier operación, y es sumamente útil para explorar patrones y propiedades en los números y las operaciones aritméticas.

Te invito a que veas el video y compartas tus comentarios.

Te invito también a que me sigas en Facebook y en Instagram en donde comparto material interesante prácticamente todos los días, con el objetivo de promover el desarrollo de competencias matemáticas básicas para la vida y promover también un mayor gusto y amor por la matemática y el aprendizaje en general. Tus comentarios y experiencias son sumamente importantes para mí, así como tus sugerencias para nuevo contenido. Éxitos y hasta la próxima.

Blog # 0.01 Matemática para la Vida

Blog # 0.01 Matemática para la Vida

Hace un par de años como parte de un proyecto de actualización docente, tuve la oportunidad de visitar una pequeña comunidad en una provincia de mi país. En esa ocasión realizaba una observación en una escuelita del gobierno, por lo que, luego de presentarme con la directora del plantel, me invitó a pasar a uno de los salones. Saludé a la maestra y a los niños y me senté en una mesa junto a una niña de aproximadamente 11 años, quien me sonrió tímidamente. 

Lo primero que me llamó la atención fue la disposición del salón. En cada una de sus paredes había una pizarra, y ante cada pizarra, un pequeño grupo de alrededor de 10 niños. Cada grupo de niños era de distinta edad de los otros grupos, por lo que comprendí que me encontraba en un aula multigrado, donde compartían salón niños de 4to., 5to. y 6to. de educación primaria.

La maestra como parte de su rutina de clase colocaba operaciones aritméticas en una pizarra y luego se dirigía a otra para poner otro tipo de operaciones acorde a lo que se considera al nivel académico del grupo que se encontraba frente a esa pizarra. En la pizarra frente al grupo más cercano donde yo me senté puso algunas sumas de números de 4 dígitos, en la pizarra de la otra pared puso algunas raíces cuadradas de números de 5 ó 6 dígitos (eran el grupo de los niños “mayorcitos”), y así con los demás grupos. Al tiempo que trataba de mantener la disciplina lo mejor que podía (y los niños de hecho, no estaban inquietos, quizá por la presencia de un extraño en su salón). La niña que estaba a mi lado tenía una actitud bastante disciplinada, lo cual llamó mucho mi atención, y en unos momentos copió las operaciones que debía realizar y se puso “manos a la obra”.

Una de las sumas que tenía que realizar era la siguiente:

4687+

5905

luego de unos minutos de concentración, la niña llegó ‘exitosamente’ al siguiente resultado’

  4687+

  5905

10592

Cuando la niña terminó su suma, la cual como pude comprobar había resuelto correctamente, le pregunté: “¿Cuánto te dio?”

Ella volteó y me miró un poco desconcertada, volteó a ver a su cuaderno y me respondió: “No sé”. Su respuesta me sorprendió y pensé: Quizá la niña es muy tímida como para decirme la respuesta o no confía en que la haya resuelto bien, así que insistí y con una sonrisa le dije: “¿No sabes? Mmm… a mí me parece que sí lo sabes” “¿Puedes contarme cuánto te salió?”. La niña me miró y volteó a ver su cuaderno y en su rostro lo que pude ver no fue timidez, sino concentración y confusión. Realmente la niña parecía estar tratando de comprender el resultado de su suma, y de nuevo me respondió “No sé”. Posiblemente más por incredulidad que por otra cosa, insistí (quizá incomodando un poco a la niña) y le dije, señalando la respuesta en su cuaderno: “Pero si aquí tienes la respuesta”, “¿Quisieras contarme cuánto te quedó de respuesta?” y finalmente la niña, probablemente ya bastante incomodada por mi insistencia, miró su cuaderno, me volteó a ver a mí y volteó de nuevo a su cuaderno y con evidente frustración en su rostro me contestó: “De verdad, no lo sé”.

En ese momento, comprendí la triste realidad… la niña conocía y sabía aplicar el algoritmo tradicional de la suma, pero no tenía claro, ni el significado de las cifras ni el concepto de lo que estaba haciendo, en este caso, sumar dos cantidades de algunas unidades de millar. Le puse la mano en el hombro y le dije: “No tengas pena” (forma coloquial en Guatemala, que significa “No te avergüences”). Luego le pregunté, para desviar el tema y permitirle salir de su vergüenza, “¿Qué es lo que más te gusta de venir a la escuela” y me respondió: “Que dan atol y galleta para la refacción”. Esto ya fue demasiado para mí, y tuve que voltear el rostro para ocultar mis emociones. Al final le dije: “Bueno, no te interrumpo más, sigue con tus operaciones”, y me sumí en mis pensamientos. Pensamientos acerca de cómo estamos en educación en general en muchas áreas de latinoamérica y del mundo, pensamientos acerca de condiciones de vida de millones de personas alrededor del mundo, pensamientos acerca de maestros que día a día hacen lo mejor que pueden con los recursos y conocimientos que poseen, y muchas otras cosas más, las cuales sería muy largo abarcar en este blog, pero las cuales iré planteando en futuras entradas.

A lo largo de mis 20 años de trabajar en el área educativa en mi país, y de investigar acerca de los sistemas educativos de otros países y regiones del mundo,  he podido notar que tanto en el sector público como en el privado, se tiende a hacer, en el área de matemática, demasiado énfasis en el manejo de algoritmos, principalmente en el nivel “simbólico”, es decir usando los numerales, y en la mayoría de los casos ignorando otros recursos didácticos como el uso del material concreto o manipulativo o el uso del lenguaje gráfico, así como dejando en lugar muy secundario, un lenguaje adecuado al contexto de los estudiantes. Esto aunado a otras carencias educativas, sociales y culturales, hace que para la mayoría de los estudiantes, la matemática sea una materia, no solamente aburrida, sino difícil y en algunas ocasiones hasta detestable, ya que lejos de comprenderla y aplicarla a su vida cotidiana, la ven como una carga académica y como una frustración. Es evidente que lo que no comprendemos tiende a frustrarnos y a causarnos rechazo.

Es por esta razón que he decidido lanzar el proyecto: “Matematiza”, Matemática para la Vida, el cual tiene como principal objetivo, facilitar el aprendizaje efectivo de la matemática de una manera divertida pero profunda, buscando siempre los medios más efectivos con énfasis en el desarrollo de competencias para la vida cotidiana.

Estoy consciente que la matemática es muy extensa y que sería muy ambicioso abarcarla toda en cualquier proyecto. También estoy consciente que hay una buena parte de la matemática que es principalmente teórica y que incluso a los más brillantes matemáticos del mundo se les dificulta encontrarles una aplicación práctica para la vida (al menos de momento). Pero dejaré esos temas para esas personas quienes disfrutan de sumergirse en el mundo de lo abstracto, en lo cual admito que puede haber también mucho placer “para quienes les gusta”. 

En este proyecto el cual incluye entre otras cosas un canal de YouTube, una página web, una academia de tutorías y diversos programas de actualización docente, me enfocaré junto con mis colaboradores, en facilitar a las personas una comprensión y aplicación práctica para la vida de diversos conceptos matemáticos, haciendo del aprendizaje de la matemática algo divertido, al mismo tiempo que significativo. 

Promovemos el desarrollo de aprendizaje autónomo, es decir, que cada persona desde la niñez sí es posible, pueda apropiarse de su propio proceso de aprendizaje, aprovechando esa curiosidad que es innata en el ser humano, y que lamentablemente a veces el mismo sistema educativo tiende a desmotivar. 

Te invitamos a acompañarnos en este maravilloso viaje de descubrimiento de la matemática… La matemática para la vida. 

Blog # 0.02 ¡Eres más listo de lo que crees!

Blog # 0.02 ¡Eres más listo de lo que crees!

¿Alguna vez has pensado que no eres bueno para las matemáticas? 

Qué pensarías si te preguntara… ¿Con cuánto dinero salí de mi casa si ya me gasté el 50% de ese dinero y aún tengo $ 15 en el bolsillo? (nadie me regaló, ni encontré dinero en el camino) 😀

Si lo piensas un instante sabrás perfectamente que salí con $.30

Bueno, y si te preguntara que tan bueno eres para resolver ecuaciones lineales de primer grado, quizá dudarías un poco. Pues te cuento que si pudiste resolver la pregunta de arriba, acabas de resolver una ecuación lineal de primer grado y quizá no lo notaste. Claro, si te la hubiera presentado de esta manera :

100 % X – 50 % X = $ 15

Probablemente te lo hubieras pensado un poco más y quién sabe cómo te hubiera ido 😅

Bueno. Mi punto es, que nadie es “malo para las matemáticas”. Considero que todo depende de cómo se nos presenten o de cómo las conozcamos y practiquemos. El ejemplo que te puse con mi pregunta, involucra todas las operaciones aritméticas, y aún así algunos de ustedes quizá lo pudieron resolver en un par de segundos y sin la ayuda de una calculadora ni de lápiz y papel. 

Si no crees que esa pregunta tan sencilla pueda involucrar a las cuatro operaciones básicas, observa cómo se resuelve paso a paso como lo haría tú queridísimo profesor de matemática :

100 % X – 50 % X = $ 15

(100/100) X – (50/100) X = $ 15

100 X / 100 – 50 X / 100 = $ 15

(100 X – 50 X) / 100 = $ 15

100 X – 50 X = $ 15 * 100

50 X = $ 1500

X = $ 1500/50

X = $ 30

Admito que ver todo esto en la pizarra puede ser un poco intimidante para la mayoría de los mortales, pero solamente es una forma simbólica, ordenada, y estructurada de resolver un problema de este tipo. Sin embargo, como te pudiste dar cuenta, el problema en sí no es difícil, principalmente cuando lo vemos desde la perspectiva del primer planteamiento, es decir, el del contexto. 

Por eso desde hace muchos años educadores del más alto nivel han recomendado enlazar la enseñanza de la matemática con el contexto de las personas. Considero importante mencionar que a medida que una persona crece y se desarrolla, dicho contexto tiende a ampliarse cada vez más. Esto lleva una secuencia lógica de la siguiente manera: El primer contexto que conoce el niño es su propia casa, sus juguetes, padres, hermanos y otras personas cercanas.  De manera que los ejemplos desde los cuales puede ir desarrollando sus primeras nociones y conceptos deberán contextualizarse desde estos ambientes, objetos y personas. Poco a poco y a medida que el niño va conociendo otros ambientes como las casas de los vecinos y de otros parientes, dicho contexto crece. A medida que el niño experimenta la escolarización, dicho contexto se amplía, como es natural, al ámbito escolar y todo lo relacionado con dicho ambiente… las instalaciones de su escuela, sus compañeros, maestros, director, tareas, útiles, etc. Simultáneamente su contexto social también aumenta y el niño comienza a apreciar vacaciones y salidas a otros sitios más lejanos de su casa, los cuales no apreciaba cuando era un bebé o un párvulo. De tal suerte que poco a poco el niño se irá familiarizando con otros pueblos que le son presentados, normalmente aún dentro del contexto de su cultura. 

De este modo y dependiendo de las posibilidades económicas de su familia, el niño podrá estar expuesto incluso a otros países y culturas. El sistema educativo de alguna manera intenta exponer al niño a diversas culturas y maneras de pensar por medio de cursos de geografía y de estudios sociales, los cuales usualmente tienen un alcance muy limitado debido a que como mencioné anteriormente, no todos los niños tienen la opción de tener contacto con personas de otras culturas. Sin embargo, considero que se debe considerar que el acceso a internet y a las redes sociales, cada vez permite una mayor interacción con personas de distintas culturas, aunque hay que tomar en cuenta que estas interacciones difícilmente llegarán al nivel de relación que se alcanzaría si las personas tuvieran la oportunidad de interactuar directamente en esas culturas y sociedades.

Dicho todo esto, los padres de familia, maestros y educadores en general, deberán considerar primordialmente el contexto y lenguaje de las personas a quienes intentan ayudar a aprender, a fin de que dicho aprendizaje sea verdaderamente significativo, es decir, que realmente signifique algo que el cerebro del niño pueda comprender y asimilar. Lamentablemente, la práctica docente tradicional tiende a alejarse de estos principios, especialmente en lo concerniente a la metodología didáctica de la matemática, la cual usualmente intentan transmitir usando únicamente el lenguaje simbólico abstracto, lo cual se aleja de la realidad y cotidianidad de los individuos.

Así que, volviendo a mi punto inicial, la matemática en sí no es difícil de comprender para el ser humano promedio, pero la manera en la que esta se presenta comúnmente ha hecho que a la mayoría de personas se les dificulte, e incluso ha causado un decidido rechazo en muchos individuos lo cual en mi opinión es sumamente lamentable, ya que limita no solamente el desarrollo de la ciencia al prevenir que gran cantidad de personas se interesen en carreras científicas, sino que en el plano más cotidiano afecta la capacidad de los individuos de ser más eficientes en los diversos contextos laborales, de negocios, de consumo, etc. 

Por lo tanto, he decidido lanzar este proyecto educativo, en el cual pretendo poner al alcance de todas las personas, diversas técnicas e ideas que faciliten el desarrollo de múltiples competencias matemáticas las cuales sean aplicables en los más variados contextos y ayuden a personas de todas las edades y niveles académicos a ser individuos más competentes, y ¿por qué no?, más felices, al entender mejor el mundo que les rodea. 

Te invito a que te embarques conmigo en esta misión y que en el camino descubras y desarrolles aún más tu enorme potencial. Tu cerebro es un órgano increíble, con alrededor de 85,000,000,000 de neuronas y entre 10 y 100 mil billones de conexiones entre ellas. No existe ninguna razón para que un ser humano común y corriente no pueda llegar a comprender matemática del más alto nivel (o cualquier otra ciencia, para tal efecto), pero también debemos estar conscientes que esto no se logra de la noche a la mañana, y que dicho aprendizaje está estrechamente ligado a la motivación e interés, el cual tristemente se ha comprobado que en la mayoría de los casos va decayendo a medida que los estudiantes avanzan en el sistema educativo. 

Así que, sin más que decir por hoy te invito a que compartas este blog así como mis redes sociales con tus amigos y que estés atento a mis próximas publicaciones y lanzamiento de mi canal de youtube, en el cual estaré subiendo contenido interesante para personas de todas las edades y mucho material para didáctica de la matemática. Muchas gracias.